Estimada Alcaldesa,
Me dirijo usted en respuesta a la carta que envió a los trabajadores del Ayuntamiento-Perfaler. En calidad de trabajador de este ayuntamiento me gustaría expresarle mis impresiones, a veces sensaciones, sobre todo este “tinglado” laboral que soportamos:
1) Como bien sabe, los primeros trabajadores de ayuntamiento-Perfaler (departamento de cultura) fueron contratados en la época que usted ejercía de Concejala de Cultura de este ilustre ayuntamiento, hace ya la friolera de once años. Han sido años muy duros; hemos sufrido en ocasiones puntuales, persecuciones, marginación, desvaloración, desconfianza etc. he de reconocer que esas sensaciones las sentí mas bien ya hace mucho tiempo. El trabajo mío ha hecho que todos mis jefes hayan ido confiando en mi poco a poco, e incluso apoyado, lo cual es siempre de agradecer.
Ya entonces la situación laboral nuestra era de clara ilegalidad como ya han reflejado los jueces en sus sentencias, “cesión ilegal”, y que entonces desconocíamos NOSOTROS, los trabajadores del Ayuntamiento-Perfaler.
Héteme aquí, que transcurrido el tiempo, y después de haber padecido lo anteriormente expuesto, además de unas condiciones laborales inamovibles y paupérrimas, algunos trabajadores que prestamos servicios en este ayuntamiento hemos decidido movilizarnos, luchar y reclamar lo que en justicia nos pertenece.
2) En nuestro ánimo, el mío al menos, no está llegar a medidas de presión drásticas como son las últimas movilizaciones; mas bien negociar. Usted está al corriente que la mesa de negociación se constituyo en enero, con representantes de todas las partes, partidos políticos, abogados (los del Ayuntamiento también), representantes sindicales, trabajadores y la concejala de Recursos Humanos. De esa constitución existe un acta, que firmaron todos los representantes incluso la Concejala de Recursos Humanos. Cuando se constituye una mesa de tal envergadura y con la oficialidad que se hizo, lo normal era convocarla para empezar a dialogar y enfrentar datos y posibilidades de negociación y solución al problema. No se hizo así, y además fue la callada y la “escondida” por respuesta. Ese fue uno de los motivos de la huelga, y no otro. Transcurrió un mes y nada. La concejala de recursos humanos intentó que se desconvocara la huelga 15 horas antes de comenzar. Ella fue informada de que el primer paro no se podía desconvocar a no ser que se hiciera 24 horas antes, como así se acordó en asamblea. Le propusimos concentrarnos, y reunirnos después de la primera propuesta y los días siguientes, a cambio de suspender, ya si con tiempo, las otras movilizaciones. No lo aceptó y rompió la negociación. Fíjese que esa decisión suya trajo mucho dolor a las dos partes. Véase pleno del día 29 de febrero.
Por cierto señora alcaldesa, como usted además sabe las reuniones de este tipo se convocan por escrito con acuse de recibo, no le digo nada que usted no sepa. Los mensajes de móvil están bien para comunicarme con mis amigos, familia etc. Por otra parte he de recordarle, que a los que hay que convocar es a los representantes de los trabajadores. Los sindicatos solamente nos asesoran. Nada más. Yo sólo me siento representado por los trabajadores de la Plataforma de trabajadores del Ayuntamiento-Perfaler. En mi caso representado por Francisco Guerra. Es nuestra decisión que los sindicatos “oficiales” nos asesoren. Por cierto todavía estoy esperando a los que los demás sindicatos hablen con nosotros. Los sindicatos no nos representan a no ser de que nosotros así lo decidamos que no es el caso, todavía.
3) Me molesta terriblemente que se me diga que estamos politizados. No es mi caso. Y no conozco ninguno. Al que se atreva a decirlo de aquí en adelante le gritaré sin pudor, a la cara, que es mentira. Otra cosa es que los partidos políticos utilicen e instrumentalicen nuestras reivindicaciones. Señora Alcaldesa es algo que nosotros no podemos evitar. No estuvieron politizados los profesores de la escuela de música en su momento, y tampoco los alumnos de la escuela de teatro cuando ustedes los apoyaron con sus manifestaciones, etc, siendo alcaldes otros u otras. Esto es un caso laboral. Y punto.
4) Señora Alcaldesa, le reconozco a usted sin embargo la dificultad que entraña su cargo, y la responsabilidad que conlleva. No es fácil tomar decisiones y lidiar con esto. Le pido sin embargo que las cosas que usted diga estén ajustadísimas a la verdad, pues si no es así, puede provocar reacciones de dolor inmenso, como así fue, en el último pleno. Unos gritaron, a mí me puso un nudo en la garganta, y alguna incluso lloró ante alguna de sus expresiones.
Evidentemente yo lo achaco (estoy de acuerdo con usted) a la falta de comunicación que existe entre las dos partes. No imagino ni creo que esté en su ánimo hacer daño concientemente al colectivo de trabajadores del Ayuntamiento-Perfaler.
Recuerde que somos trabajadores y no políticos. Con respecto a nosotros, le ruego utilice un lenguaje más, como diría yo, más técnico. El discurso político que a veces se usa, estando nosotros de por medio, es a veces injusto y lleva a malentendidos.
Esperando que usted y nosotros nos sentemos a negociar pronto.
Atentamente
Sergio Gil Gil
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