Ante nada mi más afectuosa felicitación para la gente de Perfaler por la constitución de la Plataforma desde donde combatir el abominable comportamiento del Ayuntamiento en este affaire que tiene visos de un culebrón interminable dada la falta de comprensión de las autoridades.
Ahora es el momento de decirles a estos sufridos trabajadores que no se fíen ni un pelo de estos gobernantes que con piel de cordero actúan como los más feroces de los depredadores. Sabrán ustedes mejor que nadie que no son de fiar, ni la alcaldesa ni ninguno de estos elementos que se van a constituir en interlocutores de vuestras legales reinvindicaciones, su forma de actuar no se ajusta en nada a la ética ni a la más simple moral, son unos verdaderos aprovechados que venderían su alma al diablo -como Fausto en la Divina Comedia- antes que renunciar a los beneficios que la política les renta y por consiguiente ir en contra de lo que dictamine la cúpula les puede acarrear la perdida de los ya citados beneficios.
Yo les recomendaría que ataran bien atado cuantos acuerdos traten con ellos y eviten suscribir documento alguno que no estén perfectamente adverados por expertos juristas en temas sociales. La experiencia de mis años me ha enseñado que las personas de las cuales jamás te puedes fiar son de las que se dedican a la política, por sistema suelen predicar y pontificar lo que nunca cumplen, una vez sentados en la ansiada poltrona se olvidan del pueblo que les dio su confianza, obrando y actuando a espaldas del mismo. Y esto sucede con todos los que viven del más tan traído cuento que los etiqueta como servidores de la comunidad y que pronto olvidan esta premisa tan significada como es la de dedicarse a la política con verdadera honestidad realizando así una labor totalmente positiva al amparo de la misma.
El personal de Perfaler conoce perfectamente cual ha sido el comportamiento de las autoridades con respecto a su singladura laboral, donde ha brillado el desamparo y la explotación de una gente en algunos casos bastante más cualificadas de los que presumen ser funcionarios de carrera del consistorio. Esta es una consecuencia que la alcaldesa no debería obviar, ya que estimo que son tan necesarios para el desarrollo normal del funcionamiento de nuestra institución municipal, tanto los unos como los otros. Es incomprensible que durante tanto años los gobernantes de San Bartolomé de Tirajana hayan estado vulnerando la ley, ya que la ilegalidad de los contratos del personal de Perfaler es manifiesta y atenta contra el artículo 43 del Estatuto de los Trabajadores, sin que al parecer nadie haya dicho nada, sin embargo este personal ha sido ignorado y degradado ejerciendo labores paralelas al resto del funcionariado, percibiendo unos emolumentos muy por debajo de los que verdaderamente les corresponde a tenor de las labores que desarrollan.
No es de recibo que en pleno siglo XXI siga habiendo este tipo de “hapargeid”, donde las diferencias se den en algo tan primordial como es el equiparamiento de la gente de Perfaler a los funcionarios pero con contratos de Laborales Indefinidos, y por consiguiente sean tratados de igual manera. Es de todos sabido que un elevado porcentaje del personal funcionario del Ayuntamiento, ostenta esta categoría administrativa como consecuencia del nepotismo y amiguismo que con todo descaro se ha practicado y se sigue practicando en el recinto municipal, y ay del pobre que trabajando dentro del consistorio ponga en tela de juicio esta anormalidad más que evidente y no sea sancionado con un traslado forzoso a muchos kilómetros de distancia de su residencia habitual como ya ha sucedido.
Paco Guerra y miembros de la Plataforma, seguid luchando y no os déis por vencidos, la ley esta de vuestra parte y el pueblo también, lo irracional sería que vuestros ánimos decayeran lo que traería consigo lo baldío que han sido todos estos años de lucha. Estáis en el buen camino, ante tanta evidencia el ayuntamiento tiene que claudicar, y darle a cada uno lo que le corresponde máxime cuando estos derechos estas revestidos de la más diáfana legalidad. La esclavitud fue abolida hace muchos años, y al trabajador que rinda en su puesto de trabajo, se le reconozcan sus méritos y con arreglo a estos se le den las oportunidades que sin lugar a dudas se merecen, y que sus reinvindicaciones sean atendidas como deben ser.
Ahora es el momento de decirles a estos sufridos trabajadores que no se fíen ni un pelo de estos gobernantes que con piel de cordero actúan como los más feroces de los depredadores. Sabrán ustedes mejor que nadie que no son de fiar, ni la alcaldesa ni ninguno de estos elementos que se van a constituir en interlocutores de vuestras legales reinvindicaciones, su forma de actuar no se ajusta en nada a la ética ni a la más simple moral, son unos verdaderos aprovechados que venderían su alma al diablo -como Fausto en la Divina Comedia- antes que renunciar a los beneficios que la política les renta y por consiguiente ir en contra de lo que dictamine la cúpula les puede acarrear la perdida de los ya citados beneficios.
Yo les recomendaría que ataran bien atado cuantos acuerdos traten con ellos y eviten suscribir documento alguno que no estén perfectamente adverados por expertos juristas en temas sociales. La experiencia de mis años me ha enseñado que las personas de las cuales jamás te puedes fiar son de las que se dedican a la política, por sistema suelen predicar y pontificar lo que nunca cumplen, una vez sentados en la ansiada poltrona se olvidan del pueblo que les dio su confianza, obrando y actuando a espaldas del mismo. Y esto sucede con todos los que viven del más tan traído cuento que los etiqueta como servidores de la comunidad y que pronto olvidan esta premisa tan significada como es la de dedicarse a la política con verdadera honestidad realizando así una labor totalmente positiva al amparo de la misma.
El personal de Perfaler conoce perfectamente cual ha sido el comportamiento de las autoridades con respecto a su singladura laboral, donde ha brillado el desamparo y la explotación de una gente en algunos casos bastante más cualificadas de los que presumen ser funcionarios de carrera del consistorio. Esta es una consecuencia que la alcaldesa no debería obviar, ya que estimo que son tan necesarios para el desarrollo normal del funcionamiento de nuestra institución municipal, tanto los unos como los otros. Es incomprensible que durante tanto años los gobernantes de San Bartolomé de Tirajana hayan estado vulnerando la ley, ya que la ilegalidad de los contratos del personal de Perfaler es manifiesta y atenta contra el artículo 43 del Estatuto de los Trabajadores, sin que al parecer nadie haya dicho nada, sin embargo este personal ha sido ignorado y degradado ejerciendo labores paralelas al resto del funcionariado, percibiendo unos emolumentos muy por debajo de los que verdaderamente les corresponde a tenor de las labores que desarrollan.
No es de recibo que en pleno siglo XXI siga habiendo este tipo de “hapargeid”, donde las diferencias se den en algo tan primordial como es el equiparamiento de la gente de Perfaler a los funcionarios pero con contratos de Laborales Indefinidos, y por consiguiente sean tratados de igual manera. Es de todos sabido que un elevado porcentaje del personal funcionario del Ayuntamiento, ostenta esta categoría administrativa como consecuencia del nepotismo y amiguismo que con todo descaro se ha practicado y se sigue practicando en el recinto municipal, y ay del pobre que trabajando dentro del consistorio ponga en tela de juicio esta anormalidad más que evidente y no sea sancionado con un traslado forzoso a muchos kilómetros de distancia de su residencia habitual como ya ha sucedido.
Paco Guerra y miembros de la Plataforma, seguid luchando y no os déis por vencidos, la ley esta de vuestra parte y el pueblo también, lo irracional sería que vuestros ánimos decayeran lo que traería consigo lo baldío que han sido todos estos años de lucha. Estáis en el buen camino, ante tanta evidencia el ayuntamiento tiene que claudicar, y darle a cada uno lo que le corresponde máxime cuando estos derechos estas revestidos de la más diáfana legalidad. La esclavitud fue abolida hace muchos años, y al trabajador que rinda en su puesto de trabajo, se le reconozcan sus méritos y con arreglo a estos se le den las oportunidades que sin lugar a dudas se merecen, y que sus reinvindicaciones sean atendidas como deben ser.
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